¿QUIÉN ES EL VILLANO?

el villano arrinconado, chistes, humor, risas, satira


El villano que nos ocupa nació en Septiembre de 1958 en Madrid, de padres trabajadores. Esos padres que emigraron a Madrid desde provincias buscando un futuro. Vivieron de niños una guerra, en su juventud una dictadura y en la senectud una democracia en crisis de valores. Todo un poema y un homenaje para ellos que quisieron para todos un mundo mejor.

Y para el nene decidieron lo que ellos no pudieron tener, la mejor educación posible que permitía sus bolsillos de trabajadores pluriempleados. Nada mejor que los jesuitas madrileños para tan tierno y prometedor infante.

Pero con catorce años, después de años de misa y rosario diario, ser monaguillo los fines de semana, expulsado del coro por no tener voz y renunciar a su vocación temprana de ser cura, el niño pide clemencia. Renuncia a seguir estudiando con “curas” y relega para siempre el tema religioso.

Son años gozosos que el siente también más libres. En eso estamos cuando termina el COU, aprueba la Selectividad y decide hacerse Licenciado en Ciencias de la Comunicación, rama de Periodismo, menudo orgullo para los padres. Había sopesado también hacer Historia, una carrera de Humanidades, pero en esa época Miguel de la Cuadra-Salcedo era un mito del periodismo aventurero que todos queríamos emular… tontunas de la edad juvenil.

Mientras estudia, en España seguía mandando un señor bajito, de voz atiplada, casi siempre vestido de militar y muy dictador él. Un señor que hizo una guerra civil para salvarnos de nosotros mismos, de los comunistas, de los rojos en general y de los ateos en particular.

Casi sin darse cuenta vive también la Transición. La vive con ilusión, los lideres de la izquierda, el centro y la llamada derecha “civilizada” tratando de convertir al país en una democracia. Todo parecía tan bonito de puertas a fuera, pero había trastienda. Mientras el llamado “bunker” del franquismo se resistía a soltar el poder, las mentes más “preclaras” de ese mismo franquismo vieron que la llegada de la democracia era imparable. Había que pactar, consensuar para salvar los muebles y conservar su parcela de poder y privilegios.

Y lo salvaron. La izquierda transigió, en la calle todavía había miedo. Miedo ha realizar una “limpieza a fondo” de las instituciones y personas de los años oscuros. Un miedo no expresado a nueva guerra civil si se forzaba la situación. Se realizó una Transición con “pies de plomo”, con tanto aplomo que muchos se quedaron para pasar el testigo a sus descendientes, es fácil reconocerlos a día de hoy en los partidos más conservadores. Ayer franquistas hoy demócratas, cosas de la evolución política.

Ya puestos, también nos colaron a un talludito Príncipe que en los últimos años del franquismo parecía el fetiche del dictador. Y así, de golpe, nos regalaron una Democracia de Transición y una Monarquía de Restauración.

Nuestro joven termina ya sus estudios y realiza sus primeras prácticas en un periódico (luego las prácticas se llamarán master y te cobrarán por ello). Trabaja en plan freelance en un periódico de la época, en una editorial de revistas hoteleras, de administrativo, como fotógrafo, en el gabinete de prensa de una empresa de eventos, en una agencia de recortes y demás… chuminadas.

El 23 de febrero de 1981 nos dan un susto de muerte, pero España sigue su rumbo imparable. Son los años 80 y un día después de unas votaciones, nos despertamos más rojos que nos acostamos, con un Presidente amante de los bonsai. Menudos años de fiesta y alegría, resulta que España es más de izquierdas que de derechas. Trabajo para casi todos, poca crisis, alegría en el consumo, libertad, inmejorables coberturas sociales. Son también los años de "La Movida madrileña", exportábamos alegría a todas las comunidades… estaba claro que no podía durar. Los mismos que nos habían traído tan efímeras alegrías y los bonsai, decidieron amargarnos con sus corruptelas. Nuestros políticos se profesionalizaban, para mejorar ellos.

Nuestro personaje, del que casi nos habíamos olvidado, decide hacer un Master en Gestión Comercial y Marketing. Ve la oportunidad en el mundo empresarial no en el periodismo. Son años de cambio de trabajo, nuevas experiencias y nuevos retos.

España también cambia, llega al poder otro señor bajito, con bigote, muy serio, muy digno y muy conservador que no paró de decir "márchese señor González" hasta llegar él mismo a La Moncloa. Tiene lugar la tragedia del 11 de marzo, accede al poder un nuevo político más liberal y que luego se mostrará muy amante de los “brotes verdes”. Un "Bambi" que vivió durante años feliz y ajeno en los frondosos bosques de La Moncloa.

Nuestro personaje está ya volcado directamente en el mundo comercial. Ejecutivo de cuentas, que no vendedor, casi nada. Buenos años de relaciones, ventas y comisiones.

En el 2008 el panorama comienza a ensombrecerse y mucho. Empiezan hablar de burbujas que explotan llevándose por delante empresas, personas y trabajo. La economía se para y retroceda, las ventas decrecen.

Ya en plena crisis tenemos un nuevo personaje en el Gobierno, barbudo, con gafas, registrador de la propiedad y con experiencia en vertidos (autor de una frase memorable: 
"unos pequeños hilillos que se han visto, cuatro regueros que se han solidificado con aspecto de plastilina en estiramiento vertical"). Un político así, con gran experiencia en desastres ecológicos, promete sacarnos de la crisis... lo hace a base de recortar prestaciones sociales, privatizar, reducir los salarios, flexibilizar el despido y rescatar bancos. Lógicamente el tema no funciona, mostrándose de nuevo incapaz de limpiar los vertidos tóxicos dejados por la económica de mercado. Otro desastre, en este caso económico, que nuestro personaje tampoco supo solucionar. Al mismo tiempo se empiezan a destapar casos de corrupción a nivel político y empresarial. España se llena de imputados, de sinvergüenzas y de cuentas en Suiza. 

Los Españoles, ahogados con la crisis, primero se sorprenden y luego se cabrean. Se sienten estafados por los mismos que piden contención, paciencia y recortes para superar la crisis. Piden en la calle un día si y otro también regeneración política, el fin de lo recortes y una sociedad más justa. Muchos quieren "regenerar" la democracia, otros hablan de populismo y los menos quieren conservar sus privilegios, no desean mover pieza.

En junio de 2013 nuestro personaje, con 54 años, es despido. Los malos resultados de la empresa le ponen en la calle de un día para otro, sin aviso ni preaviso. Después de 17 años en la empresa, de ser uno más en la familia empresarial, pasa a ser uno más en el paro.

Años de búsqueda y nada, algún trabajo puntual para alguna ETT y poco más. La edad pesa, ya no eres “senior”, eres “viejo” sin paliativos. Invisible, excluido del mundo laboral directamente y permanentemente, da igual la experiencia.

Año 2014, mientras se plantea si podría ser un talludito emprendedor de éxito, montar un negocio y bla, bla, bla… monta un blog surrealista, cínico y pesimista donde contar chuminadas, muchas veces reír y las menos llorar. Una catarsis.


Un saludo a todos,