15/7/14

Rápido y sucio, la otra manera de hacer dinero. Sobre pirámides y similares

el villano arrinconado, chistes, humor, satira, piramides, estafas



En artículos anteriores hemos visto como hacer dinero con la política y como hacerlo también con las franquicias. Es posible que no te haya gustado ninguno de los dos opciones, vamos a proponerte una tercera vía.

Estos negocios se basan en la confianza, debes de tener algo de dinero, fe en tus posibilidades y sobre todo mucha fe en el “otro”…



LA ESTAFA: Vamos al grano, supongamos que tienes un dinerillo ahorrado o la posibilidad de pedirlo prestado a amigos o familiares. Ves un anuncio en Internet o te lo comenta un amigo de plena confianza. Permiten inversiones pequeñas a cambio de altas rentabilidades, la empresa no tiene una actividad tangible se llama grupo inversor, asesores o cualquier otra zarandaja altisonante. Tu dinero va a ser invertido en activos de ese gran grupo empresarial o en empresas ajenas al mismo.

Asistes a debates “on line”, ves videos e incluso haces acto de presencia en unas de sus emotivas puesta en escena. Menuda fiesta, parecen telepredicadores a quienes ha tocado la Primitiva. Además, fíjate si son bondadosos, lo quieren compartir con todos y especialmente contigo. Pues nada, has caído de cabeza en un sistema piramidal y tu tan feliz.

Tu codicia te ha jugado una mala pasada. El dueño de la pirámide recibe aportes de los participantes, que promete invertir y al cabo de un tiempo devuelve la inversión inicial con unos muy altos intereses. Sin embargo no existen tales inversiones, sino que se utilizan los aportes de los participantes tardíos para devolver los aportes y sumar el interés a los primeros participantes. Como el timo precisa tiempo, es posible que si eres de los primeros recibas los intereses y al ver que funciona… inviertas una cantidad superior. Ves, eso es la codicia en estado puro.

Como en la ruleta, ganas un poquito, te animas y juegas más fuerte. Al final pierdes lo poco que has ganado y lo mucho que has vuelto a poner. La estafa aparece en las noticias, los afectados son miles de personas y el fraude es de millones. Tu amigo aparece con las piernas partidas en una esquina… ¿no habrás sido tú?.



LA CUASI ESTAFA: Vamos ahora con una “cuasi estafa”. Las ventas multinivel, el anuncio promete lo de siempre: “Gana dinero con la venta de… (cualquier chuminada vale)”. De entrada es fácil que te obliguen a comprar un “lote de productos”, una inversión mínima no te asustes.

Los productos son baratos, pero no hay manera de colocarlos. Después de patear la calle, incordiar a familiares y amigos, quemar tu correo, whatsap y similares consigues algunas ventas. Nada, no te sirve ni para amortiza la inversión. Lo estabas haciendo mal, muy mal, no te debes molestar en vender el producto directamente, sino en conseguir incautos que lo vendan por ti. Es un sistema multinivel, consigues para la empresa nuevos vendedores y te llevas una comisión de lo que vendan, estos a su vez también consiguen otros vendedores de quien también te llevarás comisión y así hasta el infinito y más allá.

Fíjate que fácil es pillar el truco. Estas en lo alto de la pirámide sin parar de recibir dinero de las comisiones. Eres un portento para los negocios, un comercial de élite, un emprendedor de nota. ¡Eh despierta!, no has vendido nada, ni has conseguido quien lo venda por ti. Encima varios amigos te dicen que el producto es un fiasco y te lo devuelven. Mira lo que hay en ese rincón de tu habitación… es el “lote de productos” al completo.



LA MILONGA: Ya eres una persona experimentada, no piensas volver a poner dinero por delante. ¡Estupendo has aprendido!... siento comunicarte que no, ahora te van a engañar de otra manera. En vez de poner dinero vas a poner tiempo y trabajo, a cambio de muy poco y la mayoría de la veces de nada.

Otra vez el maldito anuncio o el amigo al que partieron las piernas y ahora es paralítico ¿le recuerdas?. Esta vez se trata de una aseguradora conocida, productos financieros de un banco de renombre, etc., cosas seriotas. Además te citan en sus locales. Parece que no hay trampa ni cartón.

Te dan una buena charla y hasta un curso. Algunos –pocos– se estiran y te pagan una cantidad simbólica el primer mes… para que la gastes en hacerte autónomo. Ya está, tienes un curso, las herramientas precisas, un buen producto, tu inteligencia preclara y eres autónomo. Eres una máquina desbocada de vender seguros o productos financieros, te vas a comer el mercado, pedazo de ejecutivo comercial que eres, te va reventar el ego.

Han pasado un par de meses y ha pasado lo de siempre. Has vendido algún seguro a un familiar bondadoso, a un amigo, a tu padre, a tu hermano e incluso a ti mismo. Pero ni aun así llegas a cuota, no ves comisión o esta es tan ridícula que no llega para pagar la cuota de autónomos.

La aseguradora o el banco tan felices, has dejado algún que otro cliente que ya gestionaran ellos directamente. Imagina el boyante negocio para ellos, con la cantidad de infelices como tu que siempre dejan algún cliente antes de marchar con las orejas gachas. Ahora te explicas su interés en tu persona, el no parar de llamarte, el decirte “no importa la experiencia”.

Puede que lo tuyo no sean las ventas, puede que algunos si hayan triunfado, puede que mañana te toque la Lotería.


Nota: Gracias al autor de la ilustración… que me he permitido modificar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta lo que quieras. Pero recuerda, siempre con educación y moderación. No te vemos pero te leemos. Evítame tener que moderar/censurar tu comentario... detesto ese trabajo. Gracias, un saludo y bienvenido.